Colonial Pipeline Co., el operador de uno de los mayores oleoductos norteamericanos, se ve obligado a interrumpir su servicio tras sufrir un ataque a sus infraestructura TIC. La autoría y el alcance aún no han trascendido, según ha informado la propia compañía en un comunicado oficial.
La parada ha afectado a los servicios operativos en los 8.900 kilómetros de oleoducto que gestionan y que son fundamentales para el abastecimiento de grandes poblaciones del sur y el este de los E.E.U.U., incluyendo una importante región del área metropolitana de Nueva York.
La compañía gestiona el transporte de más de 2,5 millones de barriles entre combustible para la aviación, diesel y gasolina, que suministra desde la refinería del Golfo de México.
Los responsables de Colonial no han podido especificar cuanto tiempo se verán afectadas las operaciones y explican que han contratado los servicios de una empresa de ciberseguridad de primera línea que estaría investigando los hechos, además de poner en conocimiento a organismos federales y al Gobierno de la nación.
El ataque que se ha producido es del tipo ransonware y el FBI habría atribuido la autoría al grupo de ciberdelincuentes DarkSide.
El gobierno de los E.E.U.U. cree que paises como China o Rusia podría valerse de ataques a las infraestructuras básicas para sacudir la economía del país y minar la credibilidad de la primera potencia mundial.
El ataque se produce a pocos días de que Joe Biden firme un decreto de ciberseguridad para que las compañías que operan estructuras vitales para la economía incrementen la ciberseguridad, especialmente aquellas que dan servicio a nivel federal.